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Hoy en el Día Mundial del Riñón, Cajacopi EPS destaca el testimonio de Jeison Rivera, uno de los 19 pacientes que han recibido un trasplante de este órgano por parte de la entidad.

En 2014, un desmayo en medio de la jornada laboral alertó a Jeison Rivera sobre su estado de salud. Fue así, a secas, como descubrió que sufría de insuficiencia renal y que se encontraba en la quinta etapa de esta enfermedad. La más crítica.

Ante este panorama, Jeison tenía que comenzar con urgencia las diálisis y así lo hizo. Su vida cambió desde su traslado a urgencias, pues allí comenzaron sus visitas constantes a la clínica para recibir las hemodiálisis.

“Estuve en depresión, pensé que mi vida llegaría hasta ese momento. Como se conoce, las enfermedades renales van deteriorando el cuerpo a medida que va pasando el tiempo. Entonces me sentía sin ganas de vivir, no quería seguir adelante”, recuerda sobre aquellos primeros días de tratamientos e incertidumbre.

En total fueron cinco años de diálisis. Gran parte de su rutina consistía en sentarse durante aproximadamente cinco horas mientras una máquina suplía la función de sus riñones.

Para él, esta era una de las “partes más difíciles” de sus días, pues llegaba “decaído y sin ánimos” a la casa . Pero destaca que fue el apoyo incondicional de sus hijas y su familia lo que lo ayudó a resistirlas.

“Mi esposa todos los días me decía que iba a salir de esa, mis hijas me abrazaban. Un día la mayor me hizo llorar porque me abrazó y me dijo “papi, si necesitas un riñón yo te lo dono”. Ese día me partió el alma mi hija y lloré bastante, pero eso me dio a entender que ellas me necesitaban y a partir de ahí con su apoyo y el de mi esposa tomé fuerzas y seguí adelante y me dije: ‘hasta donde Dios quiera voy’”.

Jeison confiesa que al principio no estaba seguro de aplicar a la lista de espera por un riñón. Temía que se tratara de una operación riesgosa y tampoco quería que sus familiares o amigos cercanos se ofrecieran como donantes.

“Requerí el protocolo de trasplante por lista de espera de paciente cadavérico porque no quería involucrar a mi familia en esta cirugía. (…). Yo decía que si eso me había pasado a mí, tenía que salir de eso como pudiera. No quería que nadie tuviera que sufrir de esta enfermedad por donarme un riñón”, cuenta Rivera.

Sin embargo, el acompañamiento constante de los especialistas por parte de Cajacopi EPS lo ayudaron a evaluar las posibilidades y a encontrar en el trasplante una nueva oportunidad para estar sano.

Jeison debía actuar rápido, cada minuto que pasaba era vital. “Yo quería vivir y seguir adelante con mi esposa y mis hijas”, recuerda. Fue así como, tras la persistencia de su familia, cedió a esperar por un donante vivo y encontró en su hermano mayor, Richard Rivera, la persona más compatible para obtener ese nuevo riñón.

En 2019 Jeison recibió su trasplante de riñón. Han pasado tres años desde entonces y este barranquillero cuenta que, después de su operación, su rutina “volvió a la normalidad”. Se siente feliz y agradecido por esta segunda oportunidad de vivir y agradece que el injerto haya “salido en óptimas condiciones” y que su hermano, Richard, también haya seguido su vida con tranquilidad.

“Desde antes, durante y después de la cirugía Cajacopi EPS ha llamado para saber cómo estábamos y cómo seguíamos mi hermano y yo. Todos los meses, cuando voy a mi cita por nefrología, ellos me llaman y me preguntan cómo estoy. Han estado muy pendientes”, resalta el paciente.

“A estos pacientes se les hace un acompañamiento completo. A parte del seguimiento con su nefrólogo los ve un equipo interdisciplinario por medio de nuestros prestadores donde se les hace un seguimiento estricto completamente de su trasplante. Desde la EPS los acompañamos para darle cumplimiento a que no les haga falta sus medicamentos, estén al día en todo y que realmente su injerto u órgano trasplantado se vea conservado durante mucho tiempo y su calidad de vida sea la mejor”, explica Elsa Cera,especialista nacional de Alto Costo para los usuarios con enfermedad renal crónica.

Jeison da testimonio de este trato y describe como “excepcional” el acompañamiento de Cajacopi EPS durante estos ocho años. Mensualmente asiste sin falta al nefrólogo y hoy día trabaja junto a su esposa en una marca de ropa propia llamada (Rigo design). También cuenta con una carnicería que creó y sacó adelante en medio de la pandemia.

“Gracias a Dios nos ha ido muy bien. Antes de mi trasplante empezamos con pocas máquinas y después de él, con muchas más fuerzas, hemos logrado mucho”.

Hoy en el Día Mundial del Riñón, Jeison es uno de los 19 pacientes que han recibido un trasplante de este órgano por parte de Cajacopi EPS, ocho realizados con donantes vivos y 11 con cadavéricos. Por eso, invita a las personas a “no temer” si se encuentran en situaciones similares y acudan a la EPS para un acompañamiento completo.

“Este proceso es muy beneficioso para nuestras vidas. Nos ayuda a salir adelante, podemos hacer cosas que antes no y a aquellos que todavía tienen dudas invito a que si tienen la oportunidad de salvar una vida, háganlo que es muy beneficioso para nosotros”.

Ahora disfruta más de su familia y cuenta que, en general, lleva “una vida normal”. Resalta que tiene excepciones como no excederse en las grasas, tampoco ingiere alimentos altos en sal o azúcar, no toma bebidas alcohólicas, pero aún así come “de todo”.

Actualmente está enfocado en sacar adelante a su familia a través de su taller de confecciones y su carnicería. Por eso, trabaja a diario para así posicionar sus negocios no solo a nivel local sino también nacional y, en un futuro, apostarle al mercado internacional.

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