Con la llegada del bebé al hogar se deben intensificar los cuidados, tanto para él como para su madre, durante las horas posteriores a este gran momento. De esto depende que su estado de salud, recuperación y desarrollo sea exitosa.
En los primeros cuidados, la temperatura es un punto clave. Aunque las manos y los pies fríos son habituales en los recién nacidos sanos, esto no significa que sientan frío.
Recuerda que la cercanía permanente a la mamá facilita el contacto piel a piel, el cual ayuda a mantener estable la temperatura del bebé.
Es recomendable retrasar el primer baño luego del nacimiento, en lo posible 24 horas, y evitar las corrientes de aire en el ambiente en que se encuentra el recién nacido.
Para abrigarlo se deben usar prendas adecuadas a la temperatura ambiente, así como un gorro.
Consulta con tu médico sobre otros cuidados a tener en cuenta al momento del nacimiento y no olvides mantener tus controles.
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