El cordón umbilical de los bebés contiene vasos sanguíneos que, durante la gestación, ayudan a la fácil oxigenación y transporte de sangre rica en nutrientes, y a eliminar desechos de su cuerpo.
En el momento del nacimiento, entre los cuidados que se deben adoptar están el del cordón y la piel.Según los médicos, el cordón se debe mantener limpio y seco, teniendo especial cuidado de no colocar sustancias ni objetos en el área.
Se debe limpiar solo con jabón y agua, y secar con una toalla que no deje partículas, además de mantenerlo al aire sin taparlo.
Si en el cambio de pañal se nota que hay humedad, olor o enrojecimiento en la piel del ombligo, se debe acudir a consulta médica.
En cuanto a la piel de los bebés recién nacidos, el líquido amniótico y el vérnix o unto sebáceo que los cubre contiene sustancias que los protegen contra infecciones.
Es recomendable no bañarlos hasta por lo menos un día después del nacimiento y no colocar ningún producto ni perfume sobre la piel.
El área del pañal puede ser higienizada y protegida con cremas antipañalitis.
Es importante tener en cuenta estos consejos porque ayudan a que la salud de tu bebé sea óptima y no se presente ningún tipo de novedades.
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