La etapa de la lactancia materna es un proceso maravilloso que no se manifiesta de la misma manera en todas las mujeres.
Es importante aprender a reconocer situaciones, comportamientos y, fundamentalmente, llenarse de paciencia y amor en esta hermosa fase para madres e hijos.
Durante este tiempo se pueden presentar los llamados brotes de crecimiento, que es cuando el bebé parece no estar conforme con la producción de leche materna y exige mayor demanda o, por el contrario, no quiere seguir amamantando.
Un primer momento puede presentarse entre los 17 y 20 primeros días de nacido.
El bebé en esta etapa busca alimentarse de manera continua y pareciera que no quiere soltar el pecho o quiere tomarlo cada 30 minutos.
La segunda crisis se da entre la sexta y séptima semana, cuando se requiere aumento de producción de leche materna y se presenta una conducta alterada del bebé cuando está en el pecho.
Por último, a los 3 meses, el bebé puede comenzar a no pedir pecho tan a menudo. Durante esta crisis amamantar es más caótico y comienza la baja de peso en el menor.
Esto es lo que debes hacer ante los brotes de crecimiento:
• No insistir demasiado que el bebé tome el pecho si lo rechaza.
• Acudir inmediatamente ante la manifestación de hambre y no esperar al llanto.
• La reducción de estímulos externos favorece la toma del pecho.
• Mantener la calma ante situaciones estresantes para no alterar al bebé.
• Tener seguridad de tu lactancia y busca apoyo si lo requieres.
• Insistir con la lactancia materna pese a los brotes de crecimiento. Ahora que los conoces, podrás actuar y continuar.
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